Subida al Yoar

Este domingo tocaba Yoar, pero eso sí, saliendo desde Lapoblación. A las 8.00 h nos juntamos Aitor, Toño y servidor con otros 13 madrugadores más en la tienda de Jose Mari para cargar las bicis en la furgo y demás vehículos y partir para Lapoblación. Una vez en tierras Navarras (alavesa-riojana-navarra, más bien) nos hacemos foto de rigor.

Empieza la ruta, y comenzamos a descender por el bosque hasta llegar a Marañón. Los últimos días, había llovido y la bajada estaba "peligrosilla" con tantas hojas y piedras húmedas. Yo debí de batir el record de precocidad, ya que a los 5 minutos ya estaba en el suelo. Desde Marañón, nos dirigimos hacia Cabredo para coger el cordal que nos llevara hasta el comienzo de la subida a Yoar. Ya en el cordal tuvimos algunos problemillas... Cremalleras que se atascaban...

otros que pinchaban...

Alcanzado el cruce, comenzamos las ascensión. Nos esperan 8 duros kilómetros de piedras sueltas y rampas entre el 10 y 15%. Se nos hizo durísimo, a algunos más que a otros. Se pierde mucha tracción y mucha fuerza al pedalear sobre un terreno tan suelto. Las vistas en la cumbre son espectaculares, aunque debido al frío, tampoco nos dio tiempo a recrearnos mucho.

Como digo, sacamos 4 fotos rápidas, comimos algo y...rápido para abajo, ya que los más fuertes llevaban rato resguardados del frío en el repetidor (Guillermo, tú no cuentas).

Los primeros 500 metros de bajada...malísimos. Barro, hojas, piedras, ramas...todo muy húmedo y peligroso, aunque no sé que es peor, ya que en cuanto llegamos al final del bosque, pudimos observar lo que nos esperaba.

¡¡El temido cresteo!! Para abrir boca y antes de coger la senda del cresteo, nos encontramos con una bajadita que casi todos la hacemos andando, y posteriormente una subida que para no perder la costumbre también la hacemos andando (¡¡como me he acordado de tus botas de trekking, Jose!!)

A lo largo del cresteo, tuvimos algún problema más (pinchazo, caídas,...), pero no es plan de poner tantas fotos. Para mí, se trata de un tramo excesivamente técnico y que acaba por agotar tanto física, como psicológicamente. Pero lo peor estaba aún por llegar. Tras la foto de rigor que no pudimos sacar en la cima del Yoar, comienza un nuevos descenso hacia Santa Cruz de Campezo.

Bajada repleta de piedras sueltas y húmedas. Muy técnica, de modo que si no andas con ojo...la caída es segura. Una vez abajo, volvimos a coger el cordal pero en sentido contrario hasta alcanzar la carretera que sube a Aguilar de Codés desde Cabredo. Algunos subieron por una senda paralela a la carretera, y otros (los que íbamos más maduritos), subimos por carretera. En el cruce entre Aguilar de Codés y Lapoblación, nos "arrejuntamos" para hacer la última ascensión por carretera hasta Lapoblación y dar por terminada la jornada. P.D. Algunos se fueron a comer por allí huevos con patatas, pero como yo no pude ir os quedáis sin la crónica gastronómica.